Arguments
en defensa del Monument de sa Feixina
ARGUMENT
NÚMERO 3
3.
Les pedres no tenen ideologia
El
pas del temps despullen els monuments del seu sentit original.
Per
la gent de Santa Catalina i les persones que han viscut a l’entorn
de sa Feixina, el monument fa molts d’anys que s’ha transformat
simplement en una fita, una referència, un lloc de trobada
desproveïda de contingut ideològic.
Per
a la resta de Palma més encara, perquè molt poca gent sabia que
originalment el monument es va erigir per a recordar a unes víctimes.
Poca
gent quan veu l’obelisc de la plaça del Cardenal Reig o la font de
les Tortugues sap exactament per quin motiu varen ser erigits. Fins i
tot l'estàtua del En Rei Jaume I per molta gent és simplement un
home a cavall.
El
Pont des Tren, els monuments esmentats, la columna baromètrica de la
plaça d’Espanya... quan perden la seva utilitat original, es
transformen simplement en fites urbanes.
Però
precisament per això, són més importants, perquè són fites
imprescindibles per reconèixer-nos i conservar les petjades de la
història comú.
Reproduim
alguns fragments de l’informe del professor emèrit de la UIB, José
Morata,
sobre
la seva postura a favor de conservar el Monument de sa Feixina, que
són prou didàctics i útils.
Este
informe sobre el hito urbano de La Feixina tiene como objetivo
señalar que la conservación de un determinado hecho arquitectónico
o urbano no puede depender ni de las intenciones de su promotor, ni
de los deseos de su creador, ni tampoco de la lectura, interpretación
o simbolismo que se le pueda atribuir...
...Los
argumentos que propugnan la desaparición de cualquier elemento
arquitectónico o urbano, -vistos con la perspectiva que les da el
paso del tiempo-, son gratuitos, aunque deriven de razones
justificadas que podemos llegar a comprender e incluso compartir.
Entre ellas, el infinito dolor que padecieron las victimas de la
vesania de sus promotores.,,
..... el
reempleo y la reutilización suponen la postura más práctica e
inteligente frente a la destrucción que siempre se caracteriza por
su inutilidad...
...
Frecuentemente se alude a que los rastros de los totalitarismos del
s. XX se han suprimido totalmente de los países afectados. Esto no
es cierto ni el caso de Italia, Alemania o Rusia. Y los ejemplos
serían numerosísimos. Naturalmente se les ha eliminado el
simbolismo de enseñas o inscripciones pero subsisten con otras
funciones..
... Frente
al vandalismo y la destrucción, -que también han existido-, tal vez
sea una característica de la historia europea sobre esta cuestión,
la capacidad de conservar, eliminando los significados de unas
instituciones y símbolos que ingenuamente aspiraron ser
eternos. Pero ni los que los promovieron lo han sido ni sus
ideas ni sus instrumentos tampoco...
...El
cambio de significados o simplemente el prescindir de ellos supone
acercarse humildemente a los objetos, no traspasar su propia
materialidad, restándoles las intenciones de sus promotores. He
aquí la gran revancha: ya no sirven para significar. Y el resultado
puede ser anodino si se quiere, pero la desvirtuación se nos revela
más útil y más barata que la destrucción. Puede ser también
contradictorio, porque la mezcla es paradigmática de las
servidumbres implícitas todo colectivo o persona, frente al
puritanismo poseedor de la verdad absoluta.
Forzar
o eliminar sus significados, poner en relieve la mixtificación, lo
heterogéneo, es asumir a través de la voluntad las contradicciones
de la condición humana. Y de paso redimir a unas piedras inocentes
que, todavía absurdamente, se emplean en un sentido u otro para
promover su destrucción o su conservación. Todos los que mantienen
un elemento arquitectónico o urbano adjetivado se equivocan porque
personifican en unas pobres piedras la nefasta conducta de sus
promotores o les dan más valor que éstas tienen. ¿Porqué no
dejarlo así, desnudo, como el hito que ha sido durante casi setenta
años? Merece estar rodeado de apacibles paseantes ensimismados que
apenas reparen en él, libre por fin del énfasis que le otorgan
políticos, arquitectos, historiadores y ciudadanos.
Demanam
a l’equip de govern de l’Ajuntament de Palma que obri el seu
pensament i no es cregui posseïdor de la veritat absoluta.
Els
monuments, transformats en fites urbanes no tenen ideologia, les
pedres sempre són innocents. El patrimoni comú s’ha de conservar.
L’Ajuntament
de Palma està a temps de rectificar. Conservem el monument de sa
Feixina.
Des
d’ARCA oferim i demanam diàleg, consens, respecte pel patrimoni i
democràcia real.