ARCA ha entregat al Patrimoni del Consell un interessant informe a favor de la conservació del monument de sa Feixina escrit pel professor emèrit de la UIB José Morata
José Morata ha impartit classes d’Història de l’Art a la UIB i ara és professor emèrit de la mateixa.
ARCA li va sol·licitar el seu parer i ens ha proporcionat aquest magnífic escrit.
Ens limitam a reproduir alguns dels seus paràgrafs i els adjuntam per si és del seu interès, l’escrit complet.
Conservar és més pràctic i intel·ligent, destruir és inútil
En Morata comença el seu informe dient:
“Este informe sobre el hito urbano de La Faixina tiene como objetivo señalar que la conservación de un determinado hecho arquitectónico o urbano no puede depender ni de las intenciones de su promotor, ni de los deseos de su creador, ni tampoco de la lectura, interpretación o simbolismo que se le pueda atribuir.”
I continúa:
“Para fundamentar esta aseveración es conveniente analizar unos ejemplos históricos que son significativos de las posturas que otorgan a la conservación una primacia sobre la destrucción. Las conclusiones que se derivan del análisis de los casos que se mencionan a continuación y, también de otros muchos, ponen de manifiesto que el reempleo y la reutilización suponen la postura más práctica e inteligente frente a la destrucción que siempre se caracteriza por su inutilidad.”
“Los argumentos que propugnan la desaparición de cualquier elemento arquitectónico o urbano, -vistos con la perspectiva que les da el paso del tiempo-, son gratuitos, aunque deriven de razones justificadas que podemos llegar a comprender e incluso compartir. Entre ellas, el infinito dolor que padecieron las victimas de la vesania de sus promotores. Pero, ni las intenciones del constructor primigenio ni la comprensible reacción ante ellas, tienen en cuenta que el objeto o manufactura son sólo el soporte de los contradictorios significados que uno y otros le puedan atribuir. Si acudimos al símil lingüístico son sólo una parte de la arbitrariedad del signo y la fluctuante relación entre el significante y el significado es una convención que felizmente se puede forzar o transgredir.”
Exemples de adaptacions de monuments despullant-los de significats
“La demolición formaba parte del deseo de descontaminar una arquitectura, zona o terreno que encarnaba el dolor más extremo. Si atendemos al sentimiento y al sacrificio es una reacción lógica, pero llevada al extremo provocó actuaciones casi incomprensibles. Porque se llegó a proponer la demolición del templo cristiano sobre el Gólgota, iniciado por Constantino, por considerar que este lugar era demoníaco; e incluso, se talaron bosques sacros paganos por creer que sus árboles eran malditos. Pero con el paso del tiempo, en torno a siglo VI, se impuso una postura más equilibrada y práctica. Era algo tan sencillo como cambiar el nefasto significado originario, con todas sus connotaciones negativas, por uno nuevo que redimía gozosamente a unas arquitecturas, piedras y lugares que evidentemente no tenían ninguna culpa de las tropelías que en ellos habían realizado los hombres. Esta respuesta aunque tardía implicó la transformación de los templos paganos en iglesias, lo que representaba la ruptura de la barrera convencional entre significantes y significados tal como se había concebido hasta el momento. No hablo ni de arte, ni de patrimonio, es una cuestión de lectura: a partir de la transgresión de la dualidad del signo las mencionadas arquitecturas y lugares pasaron a ser leídos de otra manera. Este cambio no sólo afectó a la conservación de monumentos insignes (Panteón de Roma) pues abarcó a otros muchos.
Posiblemente el ejemplo mas significativo de la capacidad de absorción de variados significados, funciones y usos sea la catedral de Siracusa.”
Les empremtes del totalitarisme
“Frecuentemente se alude a que los rastros de los totalitarismos del s. XX se han suprimido totalmente de los paises afectados. Esto no es cierto ni el caso de Italia, Alemania o Rusia. Y los ejemplos serían numerosísimos. Naturalmente se les ha eliminado el simbolismo de enseñas o inscripciones pero subsisten con otras funciones. Vuelvo a repetir que no quedaría nada en pie si intentáramos borrar absolutamente todo lo ensuciado. Porque el dictador, en la misma visita que supuso la inauguración del hito de la Faixina, también asistió al traslado de los despojos del último rey de Mallorca a la capilla de la Trinidad de la catedral de Palma, rehabilitada convenientemente para la ocasión. Llevado al extremo ¿cualquier rastro de lo nefasto se convierte en canditato a la destrucción?”
El canvi de significats o el prescindir d’ells
“Frente al vandalismo y la destrucción, -que también han existido-, tal vez sea una característica de la historia europea sobre esta cuestión, la capacidad de conservar, eliminando los significados de unas instituciones y símbolos que ingénuamente aspiraron ser eternos. Pero ni los que los promovieron lo han sido ni sus ideas ni sus instrumentos tampoco. El cambio de significados o simplemente el prescindir de ellos supone acercarse humildemente a los objetos, no traspasar su propia materialidad, restándoles las intenciones de sus promotores. He aquí la gran revancha: ya no sirven para significar. Y el resultado puede ser anodino si se quiere, pero la desvirtuación se nos revela más útil y más barata que la destrucción. Puede ser también contradictorio, porque la mezcla es paradigmática de las servidumbres implicitas todo colectivo o persona, frente al puritanismo poseedor de la verdad absoluta.”
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